La consulta con el obstetra se convierte en un evento importante, esperado y añorado. Es como una ventana a una realidad que está allí día a día pero que permanece inalcanzable.
Hoy fuimos esperando ver la evolución, cada vez es la misma expectativa o más, nunca menos. Dado que se trata de un embarazo patológico (si! en esa categoría caen en medicina los embarazos múltiples) estará participando un Neonatólogo también en la supervisión continua de los bebés.
El Neonatólogo hizo el Eco, todo un derroche de tecnología. Con vistas increíbles de los chiquitos descartó una serie de posibles problemas y nos certificó que a la fecha todo se veía perfecto.
El Doc hacía su trabajo...
- Mientras nos maravillábamos viendo la formita del cuerpo, el Doc medía el translúcido intercranial y otro translúcido más, unas sombras imperceptibles en la zona de la médula y la cabeza. Descartando malformaciones congénitas como espina bifida.
- Mientras distinguíamos claramente su cabecita con todas sus partes, el Doc calculaba el ángulo entre el maxilofacial y la frente consiguiendo un perfecto ángulo recto (90 grados). Descartando otros problemas y malformaciones.
- Mientras veíamos mover las piernitas, el Doc distinguía el estómago y la correcta formación de las paredes abdominales.
- Por momentos no entendíamos nada, el Doc validaba que los hemisferios del cerebro se formaban según lo esperado.
- Mientras escuchábamos los corazoncitos, el Doc descartaba fallas cardíacas.
Los tres con tamaño de 13 semanas a pesar de no haberlas cumplido, siguen sobre la estadística. Ya no podemos asegurar que sabemos cuál es cuál, el chiquitín tal vez ya no es el más chiquito.
La consulta cerró con advertencia del Doc, mucho reposo! el útero de la mujer está hecho para un solo bebé.
Yo me quedé un poco con la sensación de la canción de fondo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario