Los Espanta Tiburones...


Se diría fácilmente que las salidas con tres bebés son toda una aventura... al cabo de un par de meses uno se habitúa y en realidad se convierten en una aventura para todos los que pasan un rato alrededor de nosotros...

Estar sólo dos horas en un lugar, típicamente implica una compota o tetero para cada uno, 2 o 3 cambios de pañales, un par de llantos que calmar, sacadas de gases, juegos y risas, una dormida y despertada de alguno, armar y desarmar coches, nosotros tratando de tomar o comer algo con un bebé cargado, varios pases de bebé de unos brazos a otros... es una cosa tras otra sin parar... un trabajón en opinión de cualquiera que nos vea. No sólo nosotros, quienes nos ven terminan cansados y a veces asustados.

Recientemente en un cumpleaños había un grupo de chicas jóvenes, nos vieron durante dos o tres horas en las que no tuvimos ni 5 minutos de pausa, supongo que esa tarde debe haber sido para ellas el mejor anticonceptivo de sus vidas, la que se estuviera arriesgando un poco seguro tomó medidas al día siguiente!.

En un restaurant el normal caos suele ser más incómodo para alguna mesa vecina que para nosotros.
Llegar a un lugar a preparar 3 teteros y alimentar a 3 bebés al mismo tiempo como un equipo SWAT deja a la gente boquiabierta, cuando apenas pueden procesar el enterarse que son 3, verlos en plena acción es ya demasiado...

Vamos por ahí dejando a la gente en shock y con la boca abierta al que menos...
Somos como la película reciente "Los Espanta Tiburones"!!!

Trillizos es como montar bicicleta...

Una mañana de domingo salí temprano a correr unos 10 Km... ya de regreso en la acostumbrada ruta tomé una subida para cortar camino, tenía en casa una embarazada de trillizos y no quería tardarme mucho más, llevaba ya unos 45 minutos corriendo.

Iba yo poniéndole un extra por la subida y veía a unos 500 metros un grupo de ciclistas, una mujer se había quedado visiblemente atrás por lo empinada de la ruta, en unos minutos la alcancé y recuerdo claramente su rostro mientras ella iba en su bicicleta y yo corriendo. Iba haciendo muchísimo esfuerzo, estaba cansada, pero su cara claramente reflejaba un sufrimiento que era únicamente físico, en ningún momento del alma. Detrás del sudor, las manos que apretaban el manubrio y las piernas que casi crujían en cada pedaleo había una sensación de confort, de disfrute... ella se esforzaba mientras disfrutaba el paisaje y más que nada el estar allí en ese momento. Yo le dije "vamos que si se puede", ella sonrió y la adelanté...

5 meses después del nacimiento de los niños y tratando de resumir la experiencia recuerdo ese instante con más significado. Tener tres bebés en casa es como montar bicicleta en subida, es un esfuerzo tremendo, por momentos estás físicamente agotado, es una subida muy larga, que noche tras noche y día tras día no tendrá ni paradas ni descanso. Pero es como montar bicicleta para alguien a quien le gusta montar bicicleta, transcurre en una ruta de paisajes y experiencias que vivirás al máximo y que disfrutarás si logras el estado mental necesario para seguir pedaleando. Quien rueda cientos de kilómetros o corre un maratón hace un tremendo esfuerzo pero con toda seguridad lo disfruta. Estos cinco meses han sido de puro pedaleo, a la vez que los hemos disfrutado cada día. Los que quedan... de seguro serán iguales.

Sólo hoy recordé pensando en eso, que ese mismo día un par de horas después de llegar a casa nos tocó salir corriendo a la clínica y ese día nacieron... me alegro de haber cortado camino por esa subida. Fue como un pequeño vistazo de lo que venía.